¿Te gustaría hacer terapia regresiva pero tienes dudas de como son las sesiones? Siempre puedes contactar conmigo y estaré encantada de explicarte pero para resolver las dudas más frecuentes aquí te dejo este artículo.
La terapia regresiva debe ser aplicada por un profesional, con estudios especializados en dicha técnica, aunque no es requisito que sea psicólogo o psiquiatra. Normalmente suele realizarse una sesión cada dos semanas, aunque el ritmo de las sesiones siempre los marca el consultante. La duración de la terapia va a depender de factores como la disposición de la persona, la profundidad con que se decida trabajar y de los propios miedos y resistencias ante los recuerdos bloqueados.
En la primera consulta siempre se realiza una anamnesis en la que se recoge el estado físico y emocional. El éxito de la terapia depende en gran parte de este paso previo, puesto que muchas personas a veces no están preparadas para afrontar este tipo de terapia. Se recaba además información sobre la filosofía de vida en aspectos como el sexo, el amor, el dinero, el poder, la dependencia o la independencia en las relaciones, etc., y sobre todo se explora aquello que preocupa o afecta y que le ha hecho acudir a consulta.
Tras este primer paso se resuelven todas las posibles dudas que puedan surgir y se induce la primera regresión muy útil para que el consultante comience a familiarizarse con el estado regresivo, cómo se capta y cómo se vivencia puesto que no todas las personas lo hacen de la misma manera.
Las siguientes sesiones se dividen en tres fases. La primera de bienvenida donde se comenta las impresiones y sensaciones en el día a día tras la última sesión; la segunda, la aplicación de la terapia regresiva propiamente dicha; y la tercera, de recuperación y vuelta al estado consciente.
La terapia regresiva implica inducir a la persona un estado expandido de conciencia, valiéndose para ello el terapeuta de diferentes técnicas, de forma que se libere de los miedos y tensiones, lo que le permitirá empezar su exploración. El terapeuta va a irle acompañando por sus recuerdos y vivencias, tratando de buscar el origen de sus dificultades, centrándose en los acontecimientos bloqueados, para ir poco a poco recuperándolos con la mayor nitidez posible sin que con ello suponga ningún percance a la persona.
Las duraciones de las sesiones de terapia regresiva suelen depender del terapeuta que las imparte, pero lo aconsejable es que duran en torno a 90 minutos, de forma que la persona pueda asimilar sus descubrimientos antes de terminar la consulta.
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